lunes, 24 de noviembre de 2014

Receta para un buen libro

Y no nos equivoquemos: no es lo mismo "receta para un buen libro" que para un BestSeller.
Detrás de un Best Seller (mayormente) hay una excelente campaña de marketing y de publicidad.

Me refiero a un libro que quede dentro, un libro que recuerdes durante toda tu vida, un libro inolvidable.
Me encantan esos libros. 
Esos libros cuyas escenas muchas veces confundes con recuerdos tuyos, porque lo has interiorizado tanto que esos personajes acaban siéndolo, y en el mejor de los casos, ¡son incluso tú mismo!

¿Qué le vamos a hacer? No todo el mundo nació con la habilidad para crear algo así. Yo no estoy ni cerca de eso. Mis personajes, como mucho, durarán una resaca, aunque para mí son irrepetibles y magníficos.

Un buen libro debe tener personajes adorables, personajes que nos recuerden a nosotros o a otros, debe tener diálogos buenos, un malo malísimo, una trama inquietante, saber mantener esa trama y que no se desmorone hasta al menos el final, amor y sexo (a poder ser), y una prosa atrapante.
Yo creo que con eso me doy por servida, (yo y cualquiera).



Cuando comencé mi primera novela no sabía lo que saldría de ella. Cometí todos los errores habidos y por haber y me costó varios años (al menos dos) enderezarla. Errores que iban desde comenzar a escribir sin un patrón, hasta ni tan siquiera apuntar los nombres de los personajes en un anexo al que poder recurrir. Era todo un caos.

Por suerte, contaba con algo a mi favor, y es que mis nociones de gramática eran y son bastante correctas, aunque eso no me impidió volverme exigente conmigo misma y no dejar atrás ni una sola coma. Debemos tener en cuenta que cuanto más desesperante sea la exigencia que demostremos tener con nosotros mismos, más éxito tendrán los resultados.
No por ello debemos entender con esto que si nuestras obras no son de una prosa elegante y refinada como la de un lord de Inglaterra no vamos a comernos un rosco en el mundo editorial. ¡Todo lo contrario! la gente común necesita de vocabulario común. Son menos los que exigen leer una obra "cervantesca" y más los que desean tener entre sus manos un libro que poder leer, entender y sobretodo, y lo más importante, sentir y recordar.
Por lo tanto, ¡alégrate! quizás nuestras obras no pasarán a la historia por su riqueza de contenido y descripciones, pero causarán en el lector algo tan importante como lo es el sentimiento de conformidad, de alegría, de satisfacción.

¿Cualquiera puede hacer un libro?
Sin matizar esa pregunta te respondería que sí. Cito textualmente de la Diosa Wikipedia: Según la definición de la Unesco, un libro debe poseer 49 o más páginas (25 hojas o más), pues desde 5 hasta 48 páginas sería un folleto (desde tres hasta 24 hojas), y desde una hasta cuatro páginas se consideran hojas sueltas (una o dos hojas).
 Por lo tanto, repito, sí, cualquiera puede escribir un libro. Pero, ¿cualquiera puede lograr hacer de ese libro algo único, excepcional, merecedor de la atención de cientos, miles o millones de lectores? 
Eso es una pregunta bien distinta y creo que es lo que realmente da sentido al acto de escribir.
A eso debo responderte que no. Cualquiera no, ni mucho menos. Pero no es imposible, te aseguro que tan sólo el 50% del éxito de una  novela está en el libro en sí (historia, prosa, enganche, personajes, descripciones y demás detalles).
Una parte impepinablemente importante es la portada, a la que yo le atribuiría un 10% del peso total del éxito. Pero lo que la convertirá en un bestseller es la publicidad.
De eso hablaremos en otra ocasión.

Basta decir para concluir que si pensabas que para escribir era completamente necesario hacerlo como Lord Byron, estás equivocado. Hemos de tener nociones de concordancia y de gramática, pero lo más importante: debemos tener algo que contar... ¿Tienes algo que contar?



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