La primera ventaja de escribir en primera persona y la que yo considero más importante es la de:
-Facilitar la empatía con el protagonista: casi sin querer, todos terminamos estando de parte del protagonista a medida que la historia avanza. Es un recurso que te situa de sopetón dentro de la trama; las primeras líneas te descolocan porque ni sabes quién habla, ni dónde está, ni cómo es hasta que al protagonista le da por describir su situación, y antes de que eso ocurra pueden pasar capítulos enteros de desazón. Nuestra misión es que el lector esté de parte del protagonista, y ahí es donde se demuestra la habilidad del escritor, aunque cuando escribimos en primera persona, eso cuesta un poco menos.
¿Inconvenientes?
-Es difícil narrar escenas en las que no aparece el protagonista: me he topado con muchas historias que mezclan narradores, y créanme si les digo que a menos que seas magistral escribiendo, esto puede llegar a ser un problema importante. Debes tener claro lo que quieres contar y que sólo a través de tu protagonista puedas hacer llevar la obra a buen término. Si para acabar tu libro debes hacer uso de otros personajes, procura no mezclar a varios narradores (en tercera persona, omniscientes, etc.) en el proceso. Si al empezar es Pepito quien habla con Juanita, y en el tercer capítulo es un narrador omnisciente el que habla de ellos en tercera persona, esto termina por desconcentrar y descolocar al lector haciendo que le resulte frustrante seguir el hilo de tus argumentos.
Peeeero...
-Es más sencillo caracterizar al protagonista usando la primera persona: más vale pájaro en mano que ciento volando ¿no? Es mejor llegar a conocer a fondo a uno sólo, que tratar de entender a decenas de ellos a través de la visión de un narrador en tercera persona u observador, quien te narrará los hechos según van ocurriendo sin adentrarse en lo que los protagonistas puedan sentir o percibir.
Claro que...
-¿Cómo ven al protagonista el resto de personajes?: en las novelas descritas por un narrador observador, son el resto depersonajes los que te van contando con sus descripciones y percepciones quién es "el que parte el bacalao" en toda la trama. El peso y éxito de la trama recae en los diálogos, ya que es a través de ellos que nos percatamos de quién es "el que manda".
Por otro lado...
-La primera persona da a la historia mucha más credibilidad: si conseguimos empatizar lo suficiente con él, inconscientemente tenderemos a pensar en él como en alguien cercano, alguien que nos cuenta la verdad, que se sincera por momentos con nosotros y nos convertimos en su cómplice. No se nos ocurre pensar que lo que nos cuenta es mentira o que nos pueda traicionar. Lo cual me recuerda una última ventaja (o inconveniente) del narrador en primera persona:
-La visión sesgada del protagonista: ¿cuántas veces nos ha sorprendido una historia cuando a medida que avanza vemos que el protagonista y narrador no es precisamente 'el bueno'? ¿O que es un loco? Novelas como American Psycho o La Naranja Mecánica explotan esta técnica provocando con maestría, que el lector se sitúe del lado del protagonista, aunque este sea un perturbado psicópata y asesino. La magia de la buena narración en su estado más puro.
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