jueves, 21 de mayo de 2015

¿Te ha rechazado alguna editorial?: Escritores rechazados y otras anécdotas

Por primera vez, el fracaso de unos puede suponer un golpe de ánimo para otros. Que conste que estos "fracasitos" fueron temporales, porque todos sabemos que en esta lista no hay sino estrellas de la literatura. Personalmente, disfruto imaginándome la cara de los editores que rechazaron los manuscritos que les enviaron, algunos durante décadas.

Para todas esas editoriales, algunas inlcuso estafadoras, que rechazaron mi obra. Gracias por hacerme ese favor.

Aquí van doce de ellos, aunque la lista que encontré incluía a, al menos, cuarenta más.
Si publicar a través de una editorial sigue siendo tu sueño, no te desanimes y ¡persevera!

Aquí van algunos ejemplos de que, quien la sigue la consigue


Stephen King: éste incluso la tomó con su primera novela rechazada haciéndola pedazos. Cuando alcanzó la fama después de la cuarta novela, "Carrie", sus novelas rechazadas también fueron publicadas. E incluso por la novela Carrie obtuvo respuestas negativas: “No estamos interesados en ciencia ficción que tenga que ver con utopías negativas. No venden”. No saben nada estos.


J.K. Rowling: envió el manuscrito de Harry Potter a al menos 12 editoriales recibiendo un "No nos interesa" de todas ellas. Imagínen sus caras ahora y díganme si no pueden evitar sonreir maliciosamente.

Ana Frank: incluso el diario de Ana Frank fue rechazado por 15 editoriales antes de que una se decidiese a publicarlo en 1947. Atentos a la contesta de una de ellas: "Esta chica no tiene una percepción ni sentimiento especial que eleve este libro por encima del nivel de la curiosidad". O.O

Margaret Mitchell: 38 "noes" tuvo que recibir la autora de Lo que el viento se llevó. Lo que me hace pensar que la tolerancia a la frustración de la señora Mitchell era digna de alabar. Claro que para alguien que tarda diez años en acabar una novela, la perseverancia debe ser como su lema.

William Golding: nada más y nada menos que Premio Nobel de la Literatura del año 83. Al autor de El señor de las moscas le rechazaron al menos 20 la misma novela que le dio la fama.

Agatha Christie: Agatha insistió durante más de cuatro años para ser finalmente publicada. Hasta seis editoriales se negaron a hacerlo, y la que finalmente lo hizo, le exigió a la autora una modificación del final como condición para ello.


Jorge Luis Borges: a Borges lo rechazaron por "intraducible". Lo más curioso es que él mismo era traductor: tradujo a Oscar Wilde, Edgar Alan Poe, William Faulker o a Kafka. Por cierto, es uno de los autores que más seudónimos ha tenido: Alex Ander, Benjamín Beltran, Andrés Corthis, Pascual Güida, Bernardo Haedo, José Tuntar, Honorio Bustos Domecq y Benito Suárez Lynch.

William Faulkner: a su libro lo llamaron "¡impublicable!". Hablamos del ganador del Premio Nobel de Literatura del año 49 y del ganador de varios Pulitzer. Si, ese mismo, el impublicable.

E.E. Cummings: ¡mi favorito sin duda! Un poeta excéntrico donde los haya: pidió prestados 300 dólares a su madre y tituló a su colección de 70 poemas: No Thanks, dedicándolo a las 14 editoriales que lo habían rechazado usando esta misma frase. Para más inri, los nombres de las editoriales formaban la imagen de una urna funeraria. ¿Tremendo verdad? ¡Le haría gustado este post seguro!

No podía no ponerlo


Gertrude Stein: ¡22 años enviando sus poemas antes de que uno de ellos quisiese publicarlos! a la causa de Margaret Mitchell se le une una de las pioneras del modernismo anglosajón. "Una rosa es una rosa es una rosa" ¡Casi na!

CS Lewis: ¿conoces al creador de Las crónicas de Narnia? Pues cuenta la leyenda que fue rechazado ¡800 veces! Y eso que era amigo de J. R. R. Tolkien...pero ni con esas.

William Saroyan: Si el caso de Lewis te parece dramático, aquí te presento al que creo que ostenta el récord absoluto: ¡7000 rechazos! Y yo me desanimé por dos o tres...¡señor!

Para terminar tengo que añadir algunas curiosidades que tienen que ver con el rechazo edirtorial que muchos famosos sufrieron antes de llegar a serlo. Algunas de estas anécdotas seguro te sacan una sonrisa:

 James M. Cain, creador de la novela El cartero siempre llama dos veces, dio título a esta obra tras escuchar a su amigo, el dramaturgo y guionista Vincent Lawrence, hablar sobre la ansiedad que le provocaba esperar la llegada del cartero cuando temía una respuesta negativa sobre un texto que había enviado. Al parecer sabía cuándo se trataba del cartero porque llamaba dos veces. A James Cain le pareció un título fantástico para su obra en la que, por cierto, no sale ningún cartero.


El escritor Lee Pennington empapeló su habitación con todas las respuestas negativas que recibió, en la que que incluso decían que había escrito "el peor poema de la historia".  Por si fuera poco, existe una empresa en EEUU que convierte cartas de rechazo en rollos de papel higiénico, y ¡a precios bastante asequibles, oiga!
Pero, para terminar, quedémonos con  Saul Bellow y su opinión de lo que para él supone un rechazo: “No son malos. Enseñan al escritor a fiarse de su propio juicio y a decir, con el corazón en un puño, ‘¡Iros al infierno!’”
Esto demuestra que muchas de vuestras obras no son rechazadas porque carezcan de valor (bueno, algunas seguramante sí, no nos engañemos) sino porque los que carecen de criterio son los editores.

¡Pues eso! Feliz día a todos los rechazados porque pasaréis, quizás, a engrosar esta lista con anécdotas con las que nos reiremos con el tiempo. Claro que sí.

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